Como refuerzo al post de hoy, este fin de semana El País Semanal publicaba un reportaje interesantísimo sobre las “caras del poder” y podíamos poner rostro y cuerpo a esa decena de guerreros que han manejado con cerebro los hilos para tomar cuerpo del apoderamiento económico de nuestra nación.
¿Hay que ser un autista social para tener éxito empresarial? Ni Bill Gates, ni Steve Jobs, ni Marck Zuckerberg, fueron miembros de las tan codiciadas “Fraternidades” americanas. Eran «nerds», «frikis». Hoy han creado las empresas mas poderosas del momento y comenzaron a ser visibles porque siempre tuvieron detrás a genios del éxito social para sacar sus productos adelante y dar visibilidad a lo que habían creado y desarrollado en la cueva de sus desvelos.
Si, está claro que hay que trabajar mucho para ser “billionaire” pero: ¿hay que esperar a ese factor “sorpresa” en forma de padrino o hada madrina que te empuje definitivamente hacia el éxito? ¿Hay que dar tiempo al tiempo para el éxito? ¿Se tiene éxito en la vida con tan solo disfrutar del “Estado del Bienestar”? ¿Una persona se considera “exitosa” cuando cumple con el modus operandi que nos acostumbran a alcanzar? ¿Somos realmente exitosos en nuestra vida? ¿El dinero mide el éxito? ¿El éxito mide la felicidad? ¿El dinero hace la felicidad?
El político americano Thomas Jefferson dijo: “Nunca he podido concebir cómo un ser racional podría perseguir la felicidad ejerciendo el poder sobre otros”. ¿El poder da la felicidad? Lo dudo. ¿Ayuda? Me cuesta creerlo. Al final de “La red social” me remito.