Como un avión que tarda en remontar, que planea el resto del tiempo sin problemas, surcando los cielos, con alguna que otra turbulencia en el transcurso del vuelo, y que aterriza suave en el camino que le llevará a su fin del trayecto. Así pasan los años. Volando. Un año más. Lo importante es contarlo. Adios 2011. Bienvenido 2012. ¡Y abróchense los cinturones, localicen bien los salvavidas, tiren bien de las máscaras de oxígeno porque en cualquier momento podemos tener una emergencia!