Love is 💖

Hoy es San Valentín. Un día para llenar nuestras casas de corazones, cajitas de bombones, flores, tarjetas de amor… Un día para «recordar» eso que tantas veces olvidamos: decir «te quiero». Y es que muchas veces, ese propósito que nos proponemos cuando decidimos construir una vida junto a otra persona, se diluye en el día a día y, aunque permanezca como el aceite sobre el agua, flotando sin resistencia, casi invisible, es prioritario que ambos se mezclen y se conviertan en la gasolina que mantenga el motor de ese amor.

Love is Love post de @JgAmago en #Reinventarse con imagen de @unsplash
Imagen de Wyron A en Unsplash

Ayer leía una frase en el libro que me estoy terminando (y que tanto me está decepcionando), que decía:

«Cada cual por su lado cultivaba su propio jardín secreto, pero no fuimos capaces de cultivar un huerto juntos»

Joel Dicker, «El Enigma de la Habitación 622». Alfaguara. Página 424.

Deberíamos tener un objetivo, ponernos una tarea diaria tan importante o más que la de ir a trabajar, o comer, o cepillarse los dientes, o… Tenemos que ponernos en nuestros móviles, por si se nos olvida, un recordatorio diario que nos invite a decir «te quiero» cada día. Sin excusas. A viva voz. Por SMS. Por WhatsApp. Con emojis o emoticones… Da igual. Tenemos que cuidarlo para que el jardín siempre sea de los dos, sin dejar de ser uno mismo.

«El amor durará tanto como lo cuides, y lo cuidarás tanto como lo quieras»

Anónimo

Hasta que la muerte nos separe

La semana pasada me fue imposible escribir. Una molesta conjuntivitis me mantuvo alejado de las pantallas durante tres días (que coincidió con el fin de semana, menos mal). Pero hoy ya recuperado, vuelvo a reflexionar sobre una noticia que leí ayer en el diario La Vanguardia que, por un lado me entristeció, pero por otro me llenó los ojos de lágrimas y emoción. Esta es la historia de Carla Sacchi y su marido Stéfano Bozzini.

47 años de matrimonio. Inseparables. Para lo bueno y para lo malo. Toda una vida de amor, penurias, alegrías, retos, fracasos… Juntos. Carla tenía cáncer. Tuvo que estar ingresada durante 10 días y, por el maldito virus del COVID, no se permitían las visitas de ningún familiar. Algo que Stéfano no pudo soportar. Cogió un taburete, su gorrito alpino, su mascarilla, su acordeón y se sentó delante del ventana de la habitación del hospital Castel San Giovani en Piacenza, en el que estaba ingresada su mujer, y le tocó una serenata. Spanish Eyes, de Engelbert Humperdinck, la canción preferida de Carla. Como si fuesen recién enamorados. Aún cuando escribo esto, se me llenan los ojos de «agüilla». Todos salieron a ver qué estaba pasando. Todos disfrutaban embelesados de esa muestra de amor incondicional, atemporal, eterno… Carla se asomó y le lanzaba, con sus pocas fuerzas, besitos con la mano. Podéis ver el video aquí

Hasta que la muerte nos separe post de @JgAmago con imagen de @unsplash
Imagen de Gabby Orcutt en Unsplash

Carla salió del hospital. Se pudieron encontrar de nuevo estos dos enamorados del amor. De la vida. Hasta que la muerte nos separe.

Carla murió unas semanas después.

En esta vida, corta o larga, intensa o aburrida, triste o alegre, muy pocas veces decimos o compartimos muestras de amor hacia nuestros seres queridos. Ahora por el virus. No podemos. Antes por el ritmo frenético que llevamos. ¡Cuántos remordimientos nos asaltarán cuando la propia vida nos separe!

Descanse en paz, Carla. Stefano tiene ya preparado -por si acaso le pilla desprevenido- el taburete, el gorrito alpino y el acordeón para acompañarte eternamente con sus canciones, y su amor.

#representlove

Vivimos en un mundo de mezclas, en el que lo monocromo es símbolo del pasado. Nos relacionamos con diferentes culturas, diferentes razas, sentimientos, generaciones… Internet ha facilitado que estemos en todos sitios, aún no estando en ninguno. Que sepamos al segundo cuando una mariposa agita sus alas en Australia y el efecto (a veces devastador), que genera en la otra parte del mundo. ¿Por qué no reflejarlo con esas imágenes que ya forman parte de nuestro día a día, de nuestra forma de comunicarnos y expresarnos, de hablarnos, de callarnos, de querernos, de odiarnos… ¡los #emojis! 

#representlove por @jgamago en #Reinventarse

Y así ha querido movilizar a la sociedad los creadores de la #app Tinder, activando una campaña en Change.org para que se incorporen emojis interraciales en las próximas colecciones de estos geniales iconos.

#LoNormal

Me cuesta comprender que aún haya tanta gente que no entienda la diversidad. ¿Qué es lo normal? ¿Quién marca las pautas de lo «anormal»? ¿Quién se cree que tiene la divina autoridad para decir, para establecer qué es lo correcto, y qué no lo es? En esta semana las redes sociales se encendían (¡Y cuándo no!), porque en este maravilloso spot de Starbucks, dos mujeres expresan su amor gracias al nuevo vaso de Navidad de la cadena. De verdad, señoras y señores que se niegan a reconocer que el amor está por encima de todas las normas establecidas. El amor gana, si. Pero hay tantas guerras que vencer…

#LoNormal post de @jgamago en Reinventarse

En este enlace puedes ver el video

Love is Love

El amor tiene «patas», camina, vagabundea, recorre kilómetros, busca y encuentra. Y entonces se queda, se para. Descansa. Pero no deja de latir.

Por todos esos millones de corazones que han buscado, caminado, vagabundeado kilómetros para encontrar el amor. Muchos se han quedado en el camino. Pero sus huellas, sus pasos nos han abierto a los demás, otras sendas para amar. Gracias.

Love is Love by @JgAmago en #ReInventarse

Rescato esta maravillosa propuesta de #emoji en homenaje al gran Keith Haring.  Imagen by cantorfineart