La eterna juventud (#HarariQuotes)

Es uno de los grandes misterios de la humanidad. La eterna juventud. La búsqueda del elixir mágico que nos permita mantenernos «jóvenes» y que el paso de los años no frenen la posibilidad de mantener viva la necesidad de vivir, compartir intereses, expectativas, sueños, retos… No es sólo cuestión de la belleza. Va mucho más allá. Es mantener viva la llama de la curiosidad, del interés por aprender, por conocer, por experimentar y descubrir sin que las barreras del tiempo, la salud, el cuerpo, el ánimo o el deseo nos colapsen por la percepción de que es la edad la que impone su estrategia.

Hahari explica:

Sin invertimos dinero en investigación, los descubrimientos cientificos acelerarán el progreso tecnológico (…) Un día, nuestro conocimiento será tan vasto y nuestra tecnología tan avanzada que podremos destilar el elixir de la eterna juventud, el elixir de la verdadera felicidad, y cualquier otra droga que deseemos…, y ningún dios nos detendrá.

Yuval Noah Harari. «Homo Deus». Ed. Destino, 2018. Página 227
La eterna juventud post de @JgAmago en #ReInventarse
Photo by Jordan McQueen on Unsplash

Y mientras tanto aquí derrochamos el dinero en ver «quién la tiene más grande» (las luces de navidad en las ciudades, claro) 😋, malgastamos el talento en horteradas dignas de un país bananero, dirigimos recursos a fallidos programas y soluciones para contentar a los míos. El interés general es cuestión de una mayoría a la que se la olvida. Ni ciencia, ni investigación, ni eterna juventud. Hay veces que me gustaría vivir en el País del Nunca Jamás.

Sin cita

He empezado a ver una serie documental en Netflix que se llama «The Undatables». Esta serie se centra en las historias de diferentes personas con discapacidad que tienen dificultades para encontrar pareja y, cómo a través de dos agencias especializadas de contactos que tienen entre sus clientes a otras personas con discapacidad, les ponen en contacto para encontrar a su media naranja.

Los capítulos, de unos 40 minutos de duración, siguen una misma estructura: presentan al hombre o mujer que busca pareja. Seguidamente hace aparición la persona de la agencia y algún familiar o amigo que explica las dificultades que éste o ésta tiene para encontrar el amor. A continuación se genera una cita con un chico o una chica que ha respondido a su anuncio, o bien que la agencia les ha encontrado. Finaliza con la cita en sí y con su consecución en posibles más citas, o con el chasco de que aquello no haya funcionado.

Tras ver dos temporadas (son cortitas), me alegra saber que no hay un patrón ante el fracaso por ser diferente. No hay un dato que nos indique dónde reside el fallo de las flechas de Cupido en las personas con discapacidad. No. Las dificultades son las mismas que en el resto de la sociedad: falta de conexión, intereses dispares (yo quiero niños, tu no; yo quiero una relación, yo un rollo…), la distancia…

La serie engancha, sobre todo por alguno de los personajes que rescatan al comienzo de cada temporada, analizando cuál es la situación actual tras los primeros contactos. Y me han fascinado «el poeta» Shaine, la adorable Kate o el romántico Sam. Sinceridad, pasión, honestidad, miedo, verguenza, dolor, esperanza, ilusión, confianza… Todos esos sentimientos que se generan cuando te encuentras solo y buscas una persona de confianza con la que ir más allá de una sincera amistad.

Sin cita post de @jgamago en #Reinventarse

Pero más allá de la empatía por estos hombres y mujeres (y con cuidado de no caer en la ternura, y por tanto en el erróneo sentimiento de la conmiseración), está el respeto hacia la igualdad. El amor no tiene edad, sexo ni identidad. Cupido dispara sus flechas y no siempre acierta. Pero la libertad de tod@s las personas comienza con el derecho a la propia elección de su deseo (sin dañar al del otro), y por tanto de ser tan respetable -o más-, que el tuyo y el mío.

#representlove

Vivimos en un mundo de mezclas, en el que lo monocromo es símbolo del pasado. Nos relacionamos con diferentes culturas, diferentes razas, sentimientos, generaciones… Internet ha facilitado que estemos en todos sitios, aún no estando en ninguno. Que sepamos al segundo cuando una mariposa agita sus alas en Australia y el efecto (a veces devastador), que genera en la otra parte del mundo. ¿Por qué no reflejarlo con esas imágenes que ya forman parte de nuestro día a día, de nuestra forma de comunicarnos y expresarnos, de hablarnos, de callarnos, de querernos, de odiarnos… ¡los #emojis! 

#representlove por @jgamago en #Reinventarse

Y así ha querido movilizar a la sociedad los creadores de la #app Tinder, activando una campaña en Change.org para que se incorporen emojis interraciales en las próximas colecciones de estos geniales iconos.