Escombros

Vamos a ser incapaces de encontrar los cimientos bajo tanto escombro. Su basura nos llega a la barbilla. Nos tapa la pituitaria con aromas fabricados de sus propias heces. Algunos no los saben reconocer, y se creen que es Channel (con «doble n»). Los que quieren -por irresponsabilidad-, huyen. Los que nunca se escapan, siguen resistiendo. Los que podemos huir, pero por responsabilidad sabemos que debemos quedarnos, aguantamos. ¡Esto NO hay quien lo resista!

Escombros post de @JgAmago en #ReInventarseBlog con imagenes de Unsplash
Imagen de Fabian Struwe en Unsplash

Pero sobreviviremos. Y la pregunta siempre en el aire: ¿Resurgirá el Ave Fenix? ¿Será capaz de emerger de entre los escombros, las ruinas, el desastre, la crisis o el tsunami que está por venir? En la mayoría de los ciudadanos está el deseo, el sueño, el anhelo, la esperanza de que SI. Ya vendrán «los otros» a pedirnos esfuerzos.

Espero que, cuando llegue ese momento, tod@s tengamos el recuerdo imborrable que, cuando fue necesario, muy pocos se acordaron de poner por delante la cordura, antes que su sillón.

El Pico

Se ha convertido en la esperanza de todas y todos. En la meta por el control de la pandemia. En la señal por la que pasar, como corredor de fondo después de 42 kilómetros de maratón, para terminar la prueba. Y cada vez que oigo o leo esa palabra, a mi mente me viene las películas de Eloy de la Iglesia. Aquellos filmes en los que se mostraba la realidad sobre el mundo de las drogas en la España de la Transición. Cinema Verité, que dirían los franceses. Radiografía de una realidad que entró en miles de casas y destrozó familias, jóvenes, realidades, futuros…

El Pico post de @JgAmago en #Reinventarse
Imagen de GoaShape en Unsplash

El coronavirus está poniendo a la sociedad mundial a prueba. Al límite. ¡Y ya veo el rédito que algunos le sacarán a esta pandemia, a esta crisis mundial! Los que lo hicieron mal, porque no pedirán perdón y lanzarán balones fuera. Los que no hicieron nada, porque arremeterán con todas sus fuerzas contra los que lo hicieron mal o «menos bien», y utilizando como arma arrojadiza los miles de muertos y afectados. Y los que estamos entre medias, daremos las gracias por haber superado esta prueba de fuego: seguimos vivos, bien, con nuestras familias y amigos. Volveremos a nuestros trabajos, retomaremos con cierta normalidad (lentos, pero seguros), nuestras vidas… Otros no. Ya no estarán con nosotros en la próxima cena de Navidad. O habrán perdido el trabajo que tanto les costó conseguir y mantener.

Y los que lo hicieron bien, seguirán adelante con sus vidas, sin darle importancia, por que en eso consiste sus vidas: en hacer el bien a los demás. ¡Gracias a los médicos, sanitarios/as, enfermeros/as, voluntarios/as, dependientes/as… Gracias!

En esta ruleta rusa que es vivir, siempre hay ganadores y perdedores. Es curioso que algunos siempre apuestan «todo al negro» y siempre, siempre ganan.

Pánico en el Edén

No hay otra cosa que hablar. Ayer, mientras que dábamos un paseo por Madrid antes de meternos en un restaurante a cenar, el 80% de las conversaciones que se cruzaban en nuestro camino, versaban sobre el COVID-19, a.k.a #Coronavirus. ¡Qué hartura!

Y dentro de la gravedad de la situación, lo peor es el pánico generalizado que se ha creado en torno al dichoso virus de una «gripe enfurecida». Caos. Fakenews. Memes. Avisos. Amenazas. Rezos y plegarias. Viajes cancelados. Besapies cancelados. Los fieles se cabrean. Las agencias y los comerciantes se llevan las manos a la cabeza. Los negocios regentados por ciudadanos asiáticos, cierran por el ¡qué diran!, y el racismo tan lamentable que ejercen los occidentales!

Imagen de CDC gracias a Unsplash

Y creo que la labor de desinformación que están realizando los medios de comunicación, es la culpable de este desbarajuste. ¿Por qué no hay más Lorenzo Mila en las cadenas de TV y medios de información para quitarle hierro al «susto o miedo»? Respeto su trabajo, pero las políticas sensacionalistas y la guerra de las audiencias, están generando tal pánico en el edén, que hasta Adán y Eva van a resistirse a la tentación de comerse y compartir la manzana. ¡No tienen gel desinfectate con el que lavarse las manos, y en Mercadona está agotado! 🤒🤬

Nota: la foto no representa un virus. Si no a pétalos de flores sobre una esfera de corcho. 🤔