El Pico

Se ha convertido en la esperanza de todas y todos. En la meta por el control de la pandemia. En la señal por la que pasar, como corredor de fondo después de 42 kilómetros de maratón, para terminar la prueba. Y cada vez que oigo o leo esa palabra, a mi mente me viene las películas de Eloy de la Iglesia. Aquellos filmes en los que se mostraba la realidad sobre el mundo de las drogas en la España de la Transición. Cinema Verité, que dirían los franceses. Radiografía de una realidad que entró en miles de casas y destrozó familias, jóvenes, realidades, futuros…

El Pico post de @JgAmago en #Reinventarse
Imagen de GoaShape en Unsplash

El coronavirus está poniendo a la sociedad mundial a prueba. Al límite. ¡Y ya veo el rédito que algunos le sacarán a esta pandemia, a esta crisis mundial! Los que lo hicieron mal, porque no pedirán perdón y lanzarán balones fuera. Los que no hicieron nada, porque arremeterán con todas sus fuerzas contra los que lo hicieron mal o «menos bien», y utilizando como arma arrojadiza los miles de muertos y afectados. Y los que estamos entre medias, daremos las gracias por haber superado esta prueba de fuego: seguimos vivos, bien, con nuestras familias y amigos. Volveremos a nuestros trabajos, retomaremos con cierta normalidad (lentos, pero seguros), nuestras vidas… Otros no. Ya no estarán con nosotros en la próxima cena de Navidad. O habrán perdido el trabajo que tanto les costó conseguir y mantener.

Y los que lo hicieron bien, seguirán adelante con sus vidas, sin darle importancia, por que en eso consiste sus vidas: en hacer el bien a los demás. ¡Gracias a los médicos, sanitarios/as, enfermeros/as, voluntarios/as, dependientes/as… Gracias!

En esta ruleta rusa que es vivir, siempre hay ganadores y perdedores. Es curioso que algunos siempre apuestan «todo al negro» y siempre, siempre ganan.

Luces y Sombras (#HarariQuotes)

Esta pandemia va a tener sus luces y sus sombras. El lado oscuro, el reverso tenebroso serán los muertos, los miles de familias que habrán perdido un ser querido sin entender cómo algo invisible, intanginble, etéreo como el mismo aire que nos da la vida, puede acabar con ella. Por nuestras cabezas, en una pesadilla de la que despertamos en cuestión de segundos, se nos pudo llegar a imaginar una guerra nuclear, o una crisis como las pasadas oleadas de atentados de ISIS… ¡Pero esto! Creo que se escapa a la lógica del ser humano.

Harari, en su libro «Homo Deus» dice:

«Nuestros sentimientos fueron los mejores algoritmos del mundo. De ahí que en la éoca de Confucio, de Mahoma o de Stalin, la gente debería haber escuchado sus sentimientos y no las enseñanzas del confucianismo, del islamismo o del comunismo.

Pero en el siglo XXI, los sentimientos ya no son los mejores algoritmos del mundo».

Yuval Noah Harari. Homo Deus, breve historia del mañana. Ed. Debate página 425.
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Ahora el «YO» y el dinero están por delante. Nuestros sentimientos nos dicen que a las 20:00 horas debemos salir a las ventanas, a los balcones a aplaudir a los héroes de la contienda contra el #coronavirus. El siglo XXI dice que un ERTE vale más que una ciudadanía luchando junta. Los sentimientos de los que asumimos que esto lo tenemos que parar todos, juntos, confinados. Frente el egoismo del siglo XXI de aquellos poc@s/much@s que miran por su interés y cogen el coche para irse de fin de semana, salen a hacer footing cuando les da la gana, hacen fiestas «piratas», o pasean sin respeto por las calles. Luces y sombras.

A lo lejos, un ligero destello nos invita a sentir que pronto se hará la luz.

Tiempos Difíciles, Tiempos Extraordinarios

Vivimos tiempos difíciles, porque vivimos tiempos extraordinarios. Ya lo predijo Edward Norton Lawrence con su teoría del «Efecto Mariposa» o la «Teoría del Caos«: basta con que una mariposa agite sus alas, para que en la otra parte del mundo se genera un caos sin proporciones. Ahora vivimos uno de esos momentos.

Las personas de mi generación (Generación X), hemos vivido cosas impensables o que se tenían por difíciles de acontecer: el primer hombre a la luna, la caída del muro de Berlín, el 11S, la guerra de Irak, el fin de ETA, la crisis económica del 2008… ¡Y ahora, la primera pandemia mundial por culpa del #Covid-19 o coronavirus! Películas como «La Peste«, «Epidemia«, «Exterminio» o «La Amenaza de Andrómeda» fueron ciencia ficción. Ahora estamos en la cruda y dura realidad.

Tiempos Difíciles, Tiempos Extraordinarios por @JgAmago en #ReInventarse
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Y se apela a la responsabilidad de tod@s. Fuera de suflamas políticas, posicionamientos ideológicos, religiones, culturas… ¡Debemos ser responsables. Todas y todos, con la humanidad! Si no quieres hacer caso a lo que dice el gobierno, porque eres del «otro color» y te resbalan sus decisiones, haz caso a los médicos que piden a gritos, por las redes sociales, a través de videos, de fotografías… ¡¡Que nos quedemos en casa!! No seas egoísta y piensa que los tiempos difíciles son una lección para poder difrutar de tiempos extraordinariamente maravillosos.