Derivado del latín «soror» que significa «hermana», sororidad es un neologismo que se emplea para referirse a la solidaridad entre mujeres en un contexto de discriminación sexual.
En la última publicación de mi gran amiga Nuria Coronado, editora, periodista, conferenciante, formadora, referente feminista y luchadora hasta la extenuación por los derechos de la mujer, es la palabra que más se repite (junto con patriarcado). Su ensayo titulado «Mujeres de Frente» y editado por LOQUENOEXISTE, es de cabecera, y os lo recomiendo SI o SI. Yo he aprendido mucho.

De las 20 entrevistas a mujeres activistas, luchadoras, feministas y defensoras de la igualdad, quizás la que más me haya gustado es la realizada a Pamela Palenciano de la que destaco esta frase:
Si desde que somos pequeños confundimos el amor con la violencia no llegaremos nunca al amor del bueno. Necesitamos un amor sin control, sin intereses.
Mujeres de Frente. Nuria Coronado. Ed. LOQUENOEXISTE, página 105.
El amor romántico, la pasión, la atracción, el deseo…, son palabras que ellos manipulan, transforman como los cambiantes en las series como Juego de Tronos o The Witcher, y que controlan la voluntad de algunas mujeres -jóvenes o no. Ellos las manejan para controlar, para someter, para no perder el poder. Ellas las aceptan con la sumisión y el miedo a deshacerse de lo que entienden como «amor del bueno». Y una vez más saber identificar a los cambiantes, es un trabajo de educación, de enseñanza para no confundirse y para alertar cuándo se pierde el derecho a ser, a vivir, a pensar, a decidir, a amar, a querer o a odiar.
Abre los ojos. Otras formas de amar, son posibles.