¡Uf, madre mía! Más de 3 semanas sin escribir. Trabajo, trabajo, trabajo… Pero ya estamos en la recta final de otro año «raruno» que ya se acaba. Un año marcado por las «olas«. Las de los tsunamis del COVID que ahora vuelve a lanzarnos su encrespada marea y a cebarse en contagios. Una ola que nos invita a quedarnos en nuestras casa; nos atemoriza en estos tiempos de encuentros; nos invita a desencontrarnos, a ser precavidos, y a no bajar la guardia. And Just Like That!
El viernes por fin pudimos empezar a ver el reebot de la icónica serie de HBO «Sex In The City», que ahora se titula «… And Just Like That!«, que se podría traducir como «Y así como así…». Las maravillosas y exquisitas temporadas de «Sexo en Nueva York» hablaban del despertar, de la vida, de los retos, de los sueños, del sexo, del crecimiento profesional y personal, de la madurez… Ahora la serie se centra en las pérdidas. En el que las cosas pasan. Llegan. Se materializan. Se van. ¡Ya tenemos una edad!
A pesar de las durísimas críticas que está teniendo la serie, tengo que decir que me ha gustado mucho el primer capítulo. Porque ahora, Carrie, Miranda y Charlotte son como son. Con sus arrugas, con su pelo canoso, con su kilitos de más… Por supuesto que mantienen el esplendor de una exquisita producción en la que ellas van siempre impecables, e imposibles de acceder -por parte de la mayoría de la humanidad- a esos outfits, pero es parte de la magia, de la ficción, de la fantasía, del sueño de la serie.
Navidad. Año Nuevo. Volver a empezar. Ya se que es muy deprimente el tener que estar pensando que la muerte nos ronda (y más a partir de estas edades, y con el puñetero COVID persiguiéndonos sin tregua), pero… ¿Estamos preparados para ese momento? ¿Estamos preparados para decir, «… and Just Like That!?»
¡Felices Fiestas y que el próximo 2022 venga cargado de todas esas cosas que al 2021 se le han olvidado! 🎄