Un Propósito

Lisa es la mujer de Tony. Lisa, Tony y Rudy, el inseparable pastor alemán de esta adorable pareja, forman un hogar maravilloso en Tambury, un pequeño pueblo en UK. Lisa tiene cáncer de mama. Deja unas últimas palabras grabadas en video para Tedy, su marido. Lisa, muere. Tony no puede con su pena y…

Lisa, Tony y Rudy son ficción.

Acabo de terminar la serie de Netflix «After Life», escrita, dirigida y producida por Ricky Gervais, actor, productor, guionista, cómico y gran defensor de los derechos de las personas LGTBI. Es una serie que NO TE PUEDES PERDER. Ricky ha dibujado una historia en la que pasas de la risa al llanto, de la tristeza a la alegría, de la miseria a la explosión, del absurdo a la autenticidad más real. Desde su pena, desde su tristeza, desde su dolor, Tony teje una serie de relaciones, de microhistorias con las gentes que viven en el pueblo, que construyen una de las comunidades más divertidas, locas, amorosas, penosas, dolorosas, alegres, soeces, ridículas, entrañables y excepcionales del mundo de las series de televisión. Matt, Lenny, Kath, Sandy, Emma, Anne, Pat, Roxy, Ray (el padre de Tony), Valerie, June, James…, Son, sin darse cuenta, el proyecto de redención de Tony. Su gran misión es, y desde su pena, su despecho, su tristeza, y sus ganas de ayudar, hacer que todos sean más felices. Todas y todos. Sin excepción. Tony, como un ángel despliega desde sus alas esa ironía, cabreo, ira, mala leche, humor fino, cansancio… ¡Y todo fluye, y todo es más fácil, y todos son más felices!

No voy a hacer spoiler, pero el final es MARAVILLOSO… ¡Único!

Cuando el propósito de alguien es hacer el bien. Lo consigue. Aún a expensas de su cruz. ¡Y en este caso, la cruz pesa mucho!