Visibles

No me cansaré de decirlo. Tenemos que ser más visibles. Debemos salir del armario… Así lo comentaba en la última entrevista en la que participé para RTVE Noticias, de este «tour de force» que cada año significa el mes del Orgullo, haciendo bandera e intentado que la sociedad tome conciencia de la doble y triple exclusión de las personas con discapacidad LGTBI. Lo que no se ve, no existe. Lo que se ve, puede ser un referente para aquellos que aún tienen miedo a salir, a dejarse ver, a vivir, a sentir, a amar, a tener relaciones sexuales, sin miedo. Abramos los armarios de la discapacidad.

Ayer, felices, pero muertos de cansancio tras las 4 horas que estuvimos en el Paseo del Prado, en la Manifestación Estatal del Orgullo 2022, hasta que llegamos a la Plaza de Colón portando la pancarta «Diversidades Sexuales, Diversidades Humanas» del CERMI, cogimos un taxi para volver a casa. El señor taxista, amablemente nos preguntó que qué ponía la pancarta, que qué defendía y reclamaba nuestro colectivo. Se lo expliqué. Silencio en el interior del taxi. Al minuto el conductor me preguntó: – ¿Ah, pero es que las personas con minusvalía (¡¡cuando se morirá de inanición este denostado concepto!!), pueden ser gais y lesbianas? Mi marido y yo nos miramos. Comenzó un viaje en la pedagogía sobre la diversidad sexual y la identidad de género, en el que cada euro del recorrido significaría descubrir a este amable conductor, una realidad poco conocida. Tenemos que ser más visibles. Insisto. 😉

Casi llegando a casa, y dando por terminado el tema, el taxista se enfrascó en defender su concepto sobre las personas transexuales, argumentos con los que no estábamos para nada conformes. Más bien molestos. Pero no era cuestión de enfrascarse en discusiones. Sin palabras. El señor taxista al percibir nuestra falta de interacción con él, y que cada uno nos pusimos a mirar los móviles… ¡silencio! Decidió seguir con la conducción y nos interpelarnos más.

Contar con referentes distintos es comprender que existen múltiples formas de vivir, y que no hemos de limitarnos al modelo conocido. construimos nuestra identidad y nuestros propósitos en base a lo que observamos: ¿Qué veo en mi entorno?, ¿Qué hacen quienes se parecen a mí?

Contar con referentes diversos nos abre todo un mundo de posibilidades. Seamos, pues, más visibles.

Leer es Vivir

Mientras que el pasado viernes en el hotel, descansaba la espalda un rato antes de «meterme en faena», en un evento en el que tuve que colaborar, leí una noticia que me dejó sin palabras: Una jueza de Castellón ordena la retirada urgente de libros de temática LGTBI repartidos a los institutos apelando al riesgo de «perjuicios irreparables» Volví a leer, por si el cansancio del montaje del stand me había trastocado la vista… ¡No, seguía diciendo lo mismo! Y esto ha ocurrido en España, no en Rusia, Polonia o Hungría. ¡Toma LIBERTAD!

Yo he leído alguno de esos libros, incluso los he recomendado en mis cuentas de redes sociales. Y puedo de decir de ellos, muchas cosas, pero nunca, alguno de los argumentos que utiliza esta jueza para prohibirlos. Primero, leer es vida. Segundo, como dice el escritor Emilio Teixidor, la lectura es el único instrumento que tiene el cerebro para progresar. Tercero, leer alimenta la imaginación y favorecer la concentración. Cuarto, la lectura ayuda a mejorar algunas habilidades sociales, como la empatía. Quinto, porque como dijo Cicerón: «a hablar no se aprende hablando, sino leyendo”. Sexto, leer ayuda a desarrollar la libertad de expresión, la cultura y la información de una persona. Séptimo, leer reduce el estrés y nos facilita una paz y tranquilidad que con otras actividades no tenemos. Octavo, es un entretenimiento gratuito: vas a la biblioteca, coges un libro y listo. O buscas por internet, te lo descargas (perdón a los autores por las descargas ilegales), y a disfrutar. Noveno, mejora la memoria; cada nuevo recuerdo que creas forja nuevas sinapsis (vías cerebrales) y fortalece las existentes. Décimo, leer fomenta la “teoría de la mente”, la capacidad de inferir lo que sienten o piensan las otras personas, sin que lo digan. Y después, tú, decides, piensas y opinas como tú consideras.

Señora jueza de Castellón, ¡¡LEA!!. Más allá de sus libros de derecho, hay vida. Quizás a usted, lo que le pasa, es… eso, que no tenga vida.

El Mejor Regalo 🌈

No hay mejor regalo que te quieran por lo que tú eres. Pero más allá de que te gusten o no los deportes, estudiar, llevar el pelo de color azul, vestir a lo Harajuku Girl o como un EMO… Lo más importante en esta vida, y más en la infancia y adolescencia, es que te quieran, que te acepten por tu orientación sexual. Ayer, en la visita diaria a mi madre, me la encontré llorando a moco tendido mientras veía la repetición de un talent show. Cuando por fin paró de llorar (la pobre hasta hipaba del disgusto que tenía), me pudo contar el motivo: había salido una chica que, cuando le dijo a su madre que le gustaban las chicas, ésta la echó de casa. Hacía ya 5 años de esta situación y ahora, la chica, se presentaba a este talent con una canción escrita para su madre y, acompañada de su novia, intentaba que la aceptara y poder volver a verla.

Imagen gracias a Unsplash

Yo le dije a mi madre que era muy habitual este tipo de historias. Que por desgracia no fueron situaciones del pasado, de su generación (o incluso de la mía, solo que en mi caso yo no tuve ese problema), si no que lamentablemente, aún en pleno S.XXI, nos encontramos con desafortunados casos de homofobia, de odio, de falta de comprensión y de asumir esa realidad: SOMOS LO QUE SOMOS.

Y por ello, el mejor regalo es que nos quieran. Sin «puntos ni comas». Y me acordé de esta maravillosa campaña de Doritos México que os invito a ver en este enlace: ver aquí

Y a los que no sepan, quieran, entiendan que somos lo que somos, deberían reflexionar sobre esta frase de Rafael Vidac que dice:

«Aceptar es hacer las paces con tu realidad»

#MuestraTuOrgullo 🌈

En tu casa, en tu trabajo, en tus balcones, en tus carpetas, en tus libros, en tu ropa, en tu familia, en tu vida… No te escondas. Vive. Y si tienes miedo a salir, a vivir una vida sin armarios, sin miedos, sin barreras, piensa que mejor mostrar tu orgullo que vivir enjaulado aparentando lo que nunca debes o deberías ser.

#MuestraTuOrgullo post de @JgAmago en #ReinventarseBlog
Imagen de @_juajo_sierra

Lógica vs Biológica

Existe una familia biológica, como existe una familia lógica. La biológica es aquella que, como muy bien define el término: «que es pariente genético de otra persona, aunque no sea gestante». La lógica es: «el grupo humano con el que tú decides pensar, ver, razonar o actuar de forma coherente, racional o con sentido común».

En las personas #LGTBI hemos tirado mucho de las familias lógicas frente a las biológicas. Por que en determinadas ocasiones la familia biológica no entendía o estaba preparada para comprender, asumir, o descifrar qué significaba que te gustaran las personas de tu mismo sexo. La norma ciñe, constriñe, aprieta, ahoga… Mientras que tu círculo de amigos/as más próximo, aquel al que no le tenías que decir nada, porque se lo dicen sólo, son los que ayudan a contruir el verdadero sedimento experiencial y vital, y los que permiten llevar mejor -sobre todo en los casos más difíciles de aceptación por parte de uno mismo y de la familia biológica-, la realidad de desear a personas del mismo sexo.

Lógica vs Biológica post de @jgamago en #ReInventarse
Photo by Jiroe on Unsplash

Ambas dimesiones de la persona deberían de sincronizarse, o por lo menos fluir en paralelo facilitando que de vez en cuando se abran cruces de caminos, intercambio de dimensiones, para que las generaciones futuras ya sólo hablen de familias, sin distinción de naturalezas. Muertas o no.