Huir por…

… Amar: un total de 72 países castigan las relaciones entre personas del mismo sexo.

«Hoy, he decidido soñar. Soñar libremente con alguien a quien pueda contar todo, con quien pueda abrir mi corazón»

Huir por... Post de @JgAmago en #Reinventarse

… Vivir: miles de personas huyen cada día de sus países, ciudades, pueblos en busca de una vida digna, aún a costa de poder perder sus vidas

‘Muy peligro, mucho aguantar, mucho peligroso. Matando a gente, vendiendo a gente como animales…

Huir por... Post de @JgAmago en #Reinventarse

Bienvenidos a la re-evolución del S.XXI.

Imágenes: Ethic_ / Clarin

Inside the box

Llega el tiempo de las Navidades. La locura consumista que se inaugura con el Black Friday y que termina con las Rebajas de Enero. Momentos en los que los que pueden echan el resto y queman las tarjetas de crédito para agasajar a sus seres queridos. Un tiempo en el que nos volvemos un poco más solidarios y en los que iniciativas como el #GivingTuesday buscan concienciar que hay sociedades, colectivos, personas que no tienen lo que otros muchos disfrutamos, malgastamos.

Una diseñadora neerlandesa ha lanzado la iniciativa «Inside the box» que convierte las cajas que los niños refugiados reciben con donaciones, en juegos que pueden recortar y convertir para que puedan olvidarse, por unos minutos, de esa situación que están viviendo fuera de sus países, de sus casas.

Insidethebox por @JgAmago en #reinventarse

Puedes ver el video de la iniciativa en el blog La Criatura Creativa

¿Y si te pasara a tí?

El año pasado Europol daba una cifra alarmante: al menos 10.000 niños refugiados habían desaparecido en Europa. Esto supone que cada hora desaparece un niño refugiado.

Los niños migrantes son muy vulnerables en estos viajes a los que se tienen que enfrentar. Por eso desde Save the Children exigen que se mejoren las vías seguras y legales para solicitar asilo europeo en los países de origen o tránsito y proteger así a la infancia.

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No importa el cristal con el que se mire…

El pasado viernes, sentado frente a la televisión tras deshacer maletas y organizar un poco todo, asistí impávido, asustado, confundido, contrariado, cabreado y desilusionado a la noticia del camión abandonado en una cuneta, en una carretera de Austria, con 71 personas dentro. Muertas. Refugiados, les llaman. Personas a la deriva en busca de oportunidades. De una vida menos dolorosa y sufrida que la que padecen en sus países de origen. Ni concertinas, ni fosos, ni fronteras, ni balas, ni pistolas… Nada puede evitar que esta sociedad siga desangrándose si no dejamos de pelearnos por los «números» y comenzamos a luchar por las personas.

Refugiados (Imagen de EuropaPress)