Agresión

El pasado viernes se celebró el Día Internacional contra la Violencia de Género. Un día que no debería existir, como muchos otros, porque está en el deseo no tener que celebrar efemérides por situaciones que conllevan a la muerte de personas. No deberíamos celebrar algo para reivindicar lo que falta. Pero por desgracia sí. Es necesario seguir recordándole a la sociedad, estas y otras situaciones en las que se veja, se mata a una persona por el mero hecho de imponer la fuerza, la actitud, el predominio, su voluntad, frente al derecho y la libertad del otro/a.

Una vez más, determinada clase política, la que se escuda en la «Casa del Pueblo» para hacer y deshacer a su gusto, impunes, ha demostrado, no sólo no estar a la altura, más bien corroborar que son dignos del más absoluto desprecio y rechazo por parte de todos.

Respeto las creencias políticas y religiosas que no comulgan con las mías. Me gustaría que el resto de la sociedad respetara las mías. No es así, por desgracia. Es intolerable que estos/as especímenes se precien de ser los «elegidos», para golpear sistemáticamente, los derechos y libertades por los que otros luchan/luchamos cada día.

La escritora Christine Mason Miller dijo:

«En cualquier momento tienes el poder de decir que no es así como terminará la historia»

A las personas que no queremos a esta gente «escondida» en unas instituciones que les sirven de trinchera, me gustaría convencerles que, por encima de la idea política, después de todo, es la historia de cada uno/a. Nosotros/Tú eres quien escribe cada renglón, pero también el que decide cuándo borrarlo. Nosotros/Tú eres quien tiene el poder de decidir cómo finaliza esta aventura. Es el momento de invitarles a salir de ella.

Ajustes de Silencio

Horror. Tragedia. Ruido. Gritos. Carreras. Muerte. Desolación. Heridas. Olor. Silencio… 11-M. El pasado viernes, mientras que comenzábamos la mañana en el pequeño «córner-café» que tenemos en la cuarta planta de la oficina, Alberto nos hizo una pregunta: –¿Dónde estabas tú tal día como hoy, hace 18 años? Yo, rápidamente, lo recordé. Tan claro como si hubiese pasado hacía dos minutos. Uno a uno, mientras apurábamos el café para empezar la jornada, fuimos contando el qué, el cómo y el dónde, de aquel triste día, a esa fatídica hora.

Al llegar a casa, la aplicación del iPhone en la que sigo todas mis series de televisión, me lanzó una alerta: «El Desafío: 11M» ya está disponible. Encendí la TV, busqué la app de Amazon Prime Video y le di al «play«. ¡No paré de llorar desde el minuto uno hasta el final! Ahondando en mi pena, puse el segundo. También lloré, pero de rabia por las declaraciones de ciertos políticos, de sus mentiras, de sus «vacíos» de recuerdos. Todo vale. Incluso la muerte. Y la memoria.

Fue en el primer episodio, en el que uno de los policías entrevistados, con las lágrimas a punto de romper su coraje, dijo: «… y mientras en Atocha empezaban los ajustes de silencio, bajé a recoger otro cuerpo más.» Y apunté esa frase. Apagué la tele. En mi teléfono saltó un pop-up con una noticia de «El Huffington Post» sobre Ucrania. Puse el teléfono en modo silencio. Cogí el libro que me estaba terminando. Leí. Lo acabé. Un final violento, angustioso. Guardo el libro en la librería y preparo el siguiente. Me tumbo en el sofá. Nada que hacer, ni que decir.

Necesitaba ese ajuste de silencio hasta volver a empezar con el ruido ensordecedor de la tragedia en 360 grados que estamos viviendo.

La(s) Masa(s)

Leo una interesante reflexión de Andrés Pérez Ortega ( @marcapersonal ) en su estupendo #blog «Estrategia Personal» y comienzo destacando esta frase a la que hace mención:

«Odio a la gente, me gustan las personas»

Andrés Pérez Ortega, Estrategia Personal, «Personalidad, No #Todossomos». 12 de junio 2020

La sociedad del S. XXI se posiciona de manera inmediata ante los movimientos que la red social viraliza. #NoesNo, #MeToo, #BlackLivesMatter o #LoveIsLove son algunas de las mareas sociales que agitan con tan sólo un click, empatías, odios viscerales, alzamientos colectivos, violencia, enfrentamientos… En, algunos casos, derogan dirigentes y se activan leyes y recursos necesarios para combatir dicha desigualdad .

Considero que estas movilizaciones son necesarias porque generan que las sociedades despierten de su apatía, de cierta total conformidad (que se transforma en confrontación), con las injusticias, y los líderes políticos o sociales que pasan de largo sobre ellas. Ahora bien ¿El «todos somos» implica que debes dejar de pensar en «el tú/yo eres/soy y pienso como…»? O estás a favor, o estás en contra. Eres «de unos, o de otros».

La(s) Masa(s) post de @JgAmago en #ReinventarseBlog
Fotografía de Nathan Dumlao en Unsplash

Apunta Andrés Pérez Ortega en su post:

Las Redes Sociales han sido el caldo de cultivo perfecto para despersonalizarte, para despojarte de tu individualidad, para destruir tu Marca Personal y sustituirla por una Marca Social/Colectiva. Fíjate que es curioso porque nos dijeron que gracias a Internet podrías ser tú mismo.

Andrés Pérez Ortega, Estrategia Personal, «Personalidad, No #Todossomos». 12 de junio 2020

Las imágenes de los policías sobre el cuello de George Floyd, o el terrible empujón que le dieron al señor que apoyaba la manifestación, y otros cientos de casos de demostración de testorena corporativa, son lamentables y demuestran que seguimos dividiendo a esta sociedad en categorías: por el color, por la orientación sexual, por la diversidad, por su poder adquisitivo… ¡Por la diferencia! Ahora bien, que comparta mi indignación por estos acontecimientos, no implica que esté conforme con que se censuren películas, se revise la historia de manera casi inquisitorial o con la etiqueta de que todos los policías sean unos salvajes. No. Empatizar y apoyar al movimiento #BlackLivesMatter (o el que sea), no debe significar otras implicaciones satélite que la «masa», el «todos», deciden… ¿Quién decide?

La historia (triste o desafortunada), no puede olvidarse. Debemos aprender de la historia. Censurarla es esconderla. ¿Se deben esconder todas las películas sobre el genocidio nazi? No.

Paul Valéry dijo:

«La historia es la ciencia de lo que nunca sucede dos veces»

Paul Valéry

Hagamos historia. Trabajemos (todos, y uno a uno), para que estas injusticias no vuelvan a suceder.

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¿Cuánto tardaremos en contar con una, dos, tres mujeres más? ¿Cuándo nos levantaremos y comprobaremos que ese maldito, negro, oscuro y triste marcador dejará de sumar? ¿Qué necesita esta sociedad para dejar de atentar contra la vida de las mujeres? ¿Dónde se esconde la razón humana de la sinrazón?

Escuchar, oír, entender, comprender, luchar, nacer, trabajar, vivir… Acciones que piden y reclaman las mujeres (y muchos hombres también), para desterrar el miedo, la violencia, el acoso, la desesperación, la muerte de mujeres y niños de este país por la violencia machista. ¡No estás sola! Pero en ese aterrador momento en el que el hombre atiza sin piedad, ellas no tienen a nadie. ¿Y la justicia? ¿Y los políticos?

Son/Somos muchos los que tenemos que mirar detrás de las puertas cerradas y sumar esfuerzos para espantar el miedo y la realidad a poder vivir si miedo. #ToleranciaCero #HaySalida

Os invito a ver este conmovedor (pero por desgracia realista), cortometraje titulado «Behind Closed Doors»

44 post de @jgamago en #ReInventarse