O mejor dicho: malos tiempos para la juventud. Mientras que los milenials padecen las consecuencias de la crisis, los seniors se configuran como la fuente de inspiración y sabiduría que nunca dejaron de ser.
Hasta la moda apuesta por las canas. Si no, que se lo digan a Alicia Borrás.
No hay edad para la elegancia. Como dijo Coco Chanel: «Una mujer tiene la edad que se merece»