Son muchas las ocasiones en las que pensamos que nuestro destino en esta vida ya tiene un final escrito. Se nos educa desde pequeños a tomar un camino «de provecho» para ser… ¡alguien en la vida! Y podemos cogerlo sin desviarnos, o aprovechar el primer atajo o ruta alternativa para salirnos de esa carretera de único sentido que es vivir.
Pero Harari piensa lo contrario:
«La vida no tiene guion, ni dramaturgo, ni director, ni productor… ni sentido. Hasta donde sabemos, desde el punto de vista científico, el universo es un proceso ciego y sin propósito, lleno de ruido y furia pero que no significa nada».
Yuval Noah Harari. «Homo Deus». Ed. Destino página 226

Son muchas las veces en las que es necesario tomar esas rutas alternativas. En esos momentos de atrevida indecisión, surgen oportunidades para descubrir otros mundos, otras realidades que la autopista de la vida no tenía marcadas en su ruta vital. Yo prefiero guiarme por el instinto, que por Google Maps.