Es el cáncer de la vida. Es esa sombra que nos acecha, y que cada vez se engrandece a nuestro paso por las horas, los días, las semanas, los meses… Como la nube de tormenta que se convierte en tifón. Lo arrasa todo. Lo convierte en plano. Es la destrucción máxima de las expectativas vitales y profesionales de una persona.
Salgamos de la rutina que marcan los relojes: el del despertador, el del movil, el de la oficina, el del control de fichaje… Y hagamos pequeñas locuras cada día para pasar de la rUtina al esplendor de activar la rEtina y… ¡¡vivir!!
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