¿Qué es más fácil, aprender o desaprender? Ambas requieren unos procesos, unas técnicas, unos tiempos, unas disciplinas, unos intereses y ciertas prácticas. Para desaprender, primero debemos aprender. Para desaprender, debemos de cambiar, modificar, alterar de nuestro disco duro lo aprendido y convertirlo en un aprendizaje de algo nuevo. No se trata de borrar u olvidar, porque entonces volveríamos a aprender algo de lo que no tenemos «backup», y que nos llevaría a tener que desaprenderlo de nuevo.

Estamos hablando de «repensarse». Es un proceso de cambio, de reinventarse, de descubrimiento del aprender. Y ahora estamos en un momento idóneo para desaprender.
Los seres humanos somos complejos por que somos seres de hábitos. Bueno, no todos. Algunos son muy simples, solo son capaces de pensar que su aprendizaje es el único, y desconocen las ventajas del desaprender. Cambiar un hábito es como volver a nacer. Y para ello primero debemos ser conscientes de qué tenemos que modificar y motivarse al proceso de cambio.
Ya lo dijo Alvin Toffler:
«Los analfabetos del siglo 21 no serán aquellos que no sepan leer ni escribir sino aquellos que no sepan desaprender»
Alvin Toffler «La tercera ola», 1979.
Desaprender es mucho más difícil, sin duda. Y esta es una gran oportunidad para aprender a hacerlo.
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