Gratis total

Y a estas alturas de un domingo yo me pregunto: ¿Por qué pagar cuando puede ser gratis? Y no me refiero a hacer un “sinpa” en el VIPS o en una tienda de Todo a 100, sino a cosa más onerosas como una campaña publicitaria, por ejemplo. ¿Por qué gastarse miles, millones de euros en una campaña para prensa, radio o televisión teniendo otras opciones gratuitas al alcance de todos?

Freixenet, repite anuncio con Gema Mengual; Codorníu dice que serán mas austeros y van a tirar de archivo publicitario para estas navidades…,y así otras grandes multinacionales. Pero me fijo en datos de otras entidades que se han gastado millones de euros en campañas de cara a estas navidades y, ahora mismo, si preguntamos al público espectador si se acuerdan de algún detalle de la misma, no creo equivocarme si acierto en decir que el 90% de la población no se acuerda ni quiénes eran, ni qué anunciaban.

Empecemos a dar pistas a los directores de comunicación de las empresas de por dónde tienen que tirar para ahorrar, en estos tiempos de crisis, en beneficio de sus marcas y de su publicidad. Y comenzamos con YouTube. Una amiga me pasó el último anuncio de EVIAN colgado directamente en YouTube y arrasó. Inversión, lo justo del anuncio, pero cero dólares en prensa, radio y televisión.

Otro canal nuevo a potenciar son los blogs. El mundo de la moda, por ejemplo, ha descubierto que los blogs son referencias para millones de personas y que, tratar con cortesía a estos bloggeros puede significar que la publicidad de esa marca se transmita a través de los millones de alertas, lectores y links por todo el mundo. Es curioso que blogs como The Satorialist, o Tavi-Style Rookie, o Sea of Shoes (que se permite llamar “papá” al kaiser Largefeld) o la última sensación fashionista sea Bryanboy que se sentó en el front row de Marc Jacobs al lado de la mismísima Ana Wintour (por cierto, fantástico el documental The September Issue que proyectó el pasado 14 de noviembre Canal +), han pasado del más absoluto anonimato a vivir como altavoces –subvencionados o no- de las firmas de moda. Todos estos amantes de la moda analizan, critican, vilipendian o destrozan las marcas de moda y las principales firmas de todo el mundo les miman, les agasajan, les regalan… Cero en campañas. Miles de euros en ventas. Y no importa que se permitan el lujo de canivalizarte. Ya sabes la máxima: “mejor que hablen de uno, aunque hablen mal”.

Y las Redes Sociales son un canal espectacular de difusión de marcas, acciones, tendencias. Distribuir un anuncio o una campaña a través de una página como Facebook, implica que la telaraña de múltiples contactos sea incalculable para distribuir, para dar a conocer una marca.

La verdad es que si en lugar de esas pantagruélicas inversiones en televisión (pero alguien aguanta la publicidad), en la radio (vivan los podcast) o la prensa (esa es más fácil de obviar porque le das un lengüetazo al dedo y pasamos página), el presente de la comunicación pasa por que estos genios de los directivos aterricen en la realidad de la empresa y sus posibilidades estudiando, analizando y valorando que el enorme potencial de la siempre poderosa televisión se está desplazando a la red y ésta siempre es más barata que el resto de las opciones actuales.

Una vez más, se trata de mirar hacia el futuro, de desempolvar la estructura clásica y de apostar por el ingenio, el talento, la originalidad y la creatividad.

Si yo fuera empresario (y espero no equivocarme si llega ese día), creo que elegiría invertir en mis recursos humanos más que en estas acciones de comunicación que se diluyen, de segundos que se escapan entre millones de minutos de ineficaz propaganda. Y es que, con alguno de esos millones invertidos en publicidad a la antigua usanza, se podría pagar un plus a los trabajadores, un extra por que la empresa es lo que es gracias a ellos, eso está claro, y no gracias a esa publicidad de que “somos maravillosos, ecológicos, eficientes y solidarios…”. La solidaridad debe empezar a construirse por la base y no por la pared de la fachada (que es importante, sin lugar a dudas).

El escritor británico Gilbert Keith Chesterton dijo que: Es menos desagradable ver mendigar un pobre que un rico. Y un cartelón de propaganda es un rico que mendiga. Pidamos al rico que entregue esa riqueza al que de verdad la trabaja y necesita. Y que en el fondo es el que genera su opulencia.

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