Un 40% de los jóvenes americanos LGTBQI+ viven en la calle. No por gusto. Han sido expulsados de sus hogares por vivir, expresar, manifestar una sexualidad diferente a la «norma». ¿Y qué es la «dichosa norma», me pregunto? «Love is Love» reza el eslogan que ha sido el abanderado de los movimientos LGTB en todo el mundo. Y si el amor es amor, sea cual sea el color de la piel, nacionalidad, religión, raza, lugar de nacimiento… ¿Es que el amor en personas del mismo sexo ya no es amor? Puedo entender que una madre o un padre sienta una punzada en el estómago cuando su hijo/a les exprese su deseo hacia las personas del mismo sexo, por que éstos entiendan que las cosas van a ser un poco más «difíciles» para sus vástagos. ¿No es esto contra lo que esta sociedad debería luchar? ¿No deberían esos padres/madres estar felices porque por fín han encontrado la verdadera forma de amar y querer? #LoveWins, familias.

En la comunidad de la parroquia Calvary-St George ha tenido la iniciativa de lanzar esta impactante campaña de comunicación para denunciar esta situación en el país más avanzado del mundo. Tan sólo una bandera arco iris les protege. Pero la bandera les abriga. Aún a costa de que esté gastada, usada, carcomida, rota, vieja por ese odio hacia las personas LGTBQI+. Ni los símbolos aguantan tanto odio y rencor hacia la diferencia. Humanidad ¿Qué nos está pasando?
Campaña y post en La Criatura Creativa