Cuando eran pequeñas, sus padres les contaban cuentos de princesas. Sus sueños velaban aquellas historias en las que un zapato de cristal las esperaba para ser rescatadas de la vida cotidiana y convertirse en damas de postín. Ahora esos cuentos tienen otras protagonistas. De princesas de cuento, a heroínas de verdad. Mujeres que dicen, hacen y ofrecen otras realidades. Otras historias. Algunos son cuentos. Pero de verdad. Con finales felices, o menos alegres. Pero mujeres de carne y hueso que deberían ser el desvelo de esas niñas que sueñan con un mundo mejor. Ellas, las protagonistas de cuentos que no esperan a que el príncipe les solucione la vida.
Ilustración de Elena Favilli y Francesca Cavallo. v/ Yorokobu