Estamos en una sociedad del conocimiento que ve, pero no conoce. Mira, pero no aprende. Observa, pero no reflexiona. Ante los miles, millones de impactos que recibimos cada día, nuestra memoria recuerda aquello que es realmente impactante (por bello, o por terrible), en nuestro cerebro. El resto es como ese efecto óptico que veíamos en las películas de Stars Wars cuando el Halcon Milenario activaba la velocidad de la luz… Pfiu…. Y ya está.
En la imensidad de la era de los datos, de la infoxicación, de las fakes news, de la desinformación, todo es mentira. Hasta que se demuestre lo contrario. ¡Cuidado con las cabezas! Que hay veces que el pequeño se come al grande