Buscando un video chulo, para ilustrar una mesa redonda que me toca moderar el próximo viernes sobre solidaridad y responsabilidad social, me encontré con esta joyita de un escaso minuto que se suma a la máxima de que, si todos remamos en la misma dirección, en lugar de mirar hacia otro lado, y pensar en individualismos y egoismos, las cosas nos irían mejor.
No me gusta perdir ayuda. Por molestar, sinceramente, porque todos vamos como vamos, y me considero una persona muy «autosuficiente». Eso si, cuando considero que es necesario solicitar esa ayuda, la pido porque -además- tengo la confianza de que la voy a obtener. Pero soy más de los que me gusta ofrecerla. Me considero muy (demasiado), colaborativo y me involucro en todo lo que me piden sin medir el posible grado de implicación en mi salud, mi trabajo, mis relaciones… ¡Y no escarmiento!
Comparto la frase de Gioconda Belli que dice «La solidaridad es la ternura de los pueblos». Y hoy los «pueblos», están necesitados, carentes de mucho cariño… ¡Del de dar, que del de recibir ya se encargan otros!
Mira el video «One Human, Family Food por All», aquí.