Una realidad incómoda

¡Bravo por Telmo Irureta! No sólo por su #PremioGoya al mejor actor revelación por la película «La Consagración de la Primavera», si no también por sus acertadas y valientes palabras:

«Gracias a David, que es mi personaje, porque es un guiño al derecho a la sexualidad de las personas con discapacidad. Nosotros también existimos y nosotros también follamos,»

Telmo Irureta, Actor (vía Revista Fotogramas)

Somos muchos los que llevamos años, décadas aprovechando cualquier espacio público o privado para reconocer y posicionar el derecho de cualquier persona por expresar, manifestar, llevar a cabo, su sexualidad. ¡Claro que las personas con discapacidad también tienen deseos, necesidades y derechos en el ámbito de la sexualidad! No somos seres asexuados. ¡A la mierda lo del «sexo de los ángeles»! Eso es producto de una pésima formación e información sobre la realidad de las personas con discapacidad. Fuimos, aún somos para muchos y muchas, disminuidos (la Constitución aún lo dice), minusválidos, impedidos, subnormales, inválidos, incapacitados… ¿Cómo van a pensar que, todo con lo que somos y/o tenemos, además vamos a querer cumplir nuestras necesidades y deseos sexuales?

«Brindemos por un cine más inclusivo y con cuerpos de todo tipo.»

Telmo Irureta, Actor (vía Revista Fotogramas)

Brindemos. Si. El cine (las series, la televisión), son una bandera de la diversidad, de la tolerancia, de la inclusión, de la pluralidad, de la equidad… Ahora Telmo, que es noticia por un premio, pero también por romper las barreras de lo políticamente correcto y visible, recorrerá las televisiones, radios y programas de todo el panorama nacional (o casi todo), como altavoz de un derecho fundamental: amar, ser amado, y fo**r… ¡Por que yo/tu/él lo valgo, lo vales!

Enlace a la fuente: Revista Fotogramas

Visibles

No me cansaré de decirlo. Tenemos que ser más visibles. Debemos salir del armario… Así lo comentaba en la última entrevista en la que participé para RTVE Noticias, de este «tour de force» que cada año significa el mes del Orgullo, haciendo bandera e intentado que la sociedad tome conciencia de la doble y triple exclusión de las personas con discapacidad LGTBI. Lo que no se ve, no existe. Lo que se ve, puede ser un referente para aquellos que aún tienen miedo a salir, a dejarse ver, a vivir, a sentir, a amar, a tener relaciones sexuales, sin miedo. Abramos los armarios de la discapacidad.

Ayer, felices, pero muertos de cansancio tras las 4 horas que estuvimos en el Paseo del Prado, en la Manifestación Estatal del Orgullo 2022, hasta que llegamos a la Plaza de Colón portando la pancarta «Diversidades Sexuales, Diversidades Humanas» del CERMI, cogimos un taxi para volver a casa. El señor taxista, amablemente nos preguntó que qué ponía la pancarta, que qué defendía y reclamaba nuestro colectivo. Se lo expliqué. Silencio en el interior del taxi. Al minuto el conductor me preguntó: – ¿Ah, pero es que las personas con minusvalía (¡¡cuando se morirá de inanición este denostado concepto!!), pueden ser gais y lesbianas? Mi marido y yo nos miramos. Comenzó un viaje en la pedagogía sobre la diversidad sexual y la identidad de género, en el que cada euro del recorrido significaría descubrir a este amable conductor, una realidad poco conocida. Tenemos que ser más visibles. Insisto. 😉

Casi llegando a casa, y dando por terminado el tema, el taxista se enfrascó en defender su concepto sobre las personas transexuales, argumentos con los que no estábamos para nada conformes. Más bien molestos. Pero no era cuestión de enfrascarse en discusiones. Sin palabras. El señor taxista al percibir nuestra falta de interacción con él, y que cada uno nos pusimos a mirar los móviles… ¡silencio! Decidió seguir con la conducción y nos interpelarnos más.

Contar con referentes distintos es comprender que existen múltiples formas de vivir, y que no hemos de limitarnos al modelo conocido. construimos nuestra identidad y nuestros propósitos en base a lo que observamos: ¿Qué veo en mi entorno?, ¿Qué hacen quienes se parecen a mí?

Contar con referentes diversos nos abre todo un mundo de posibilidades. Seamos, pues, más visibles.

Luca

Huele a verano. Y parece ser que, este estío, vamos a poder olerlo mejor (con sus buenos y sus malos aromas), ya que no estaremos obligados a llevar mascarilla mientras que estemos al aire libre. ¡No sé como acabará esto, pero creo que son buenas -pero tempranas-, noticias!

Ayer vimos «Luca» la nueva MARAVILLOSA película de animación de Pixar para Disney, una exquisita joya que rezuma verano, sal, agua, sol, calor, pantalones cortos, sangría, pescadito frito y mar. Una estupenda película que habla de diversidad, de diferencia, de inclusión, de amistad, de minorías, de todo eso que no soportan los de verde (imagino que les prohibirán a sus hijos verla, porque desde el momento «0» la película respira diferencia). Bueno, quizás les dejarán disfrutarla con la perorata final de que «¡veis hij@s, son unos monstruos!». Y se quedarán tan panchos.

Películas como esta (o como su anterior joyita «Soul»), deberían de ser asignatura obligatoria en los centros de educación primaria (y secundaria), para poner en común con los alumnos y alumnas la diversidad de la sociedad. Porque ¿Quién de nosotros es lo suficientemente «normal» como para decir qué se considera «normal»?