En tu casa, en tu trabajo, en tus balcones, en tus carpetas, en tus libros, en tu ropa, en tu familia, en tu vida… No te escondas. Vive. Y si tienes miedo a salir, a vivir una vida sin armarios, sin miedos, sin barreras, piensa que mejor mostrar tu orgullo que vivir enjaulado aparentando lo que nunca debes o deber铆as ser.
