Leer un libro enseña más que hablar con su autor, porque el autor, en el libro, sólo ha puesto sus mejores pensamientos. René Descartes.

Leer un libro es uno de los placeres más maravillosos que existe. En un avión, en el metro, en el bus, bajo el abrigo del sol en un parque en invierno, a la sombra de un toldo en un caluroso estío, en la tranquilidad del hogar, en la intimidad de la cama… Leer libros fomenta la imaginación, estimula el aprendizaje, facilita la comunicación verbal, agiliza la capacidad mental, potencia la creatividad.

Viajas gratis, vives aventuras que nunca podrías imaginar, conoces gente con la que raramente soñarías con cruzarte, te trasladas a épocas de tus antepasados como en un máquina del tiempo literal… Y todo tan solo con pasar páginas con el dedo, aspirando el olor de las hojas, de las tintas de la cubierta, sintiendo el peso de las 100, 300 ó 1000 páginas sobre tu brazo, sobre tu pierna… Y si ya te has pasado el E-Reader, llevas en tu poder millones de páginas y de sabidurías en el espacio de una tartera. Comer, beber, leer… amar.

Te propongo un reto: un libro al mes. Y si no lo puedes leer, te propongo otro reto: dona un libro a la biblioteca que la Asociación Achalay tiene en su centro de San Blas. Haz partícipe a muchos que no pueden de ese mágico placer que es leer libros.

Más información: http://www.achalay.es/

Imagen: elblogalternativo.